
Un procedimental es una serie compuesta por una serie de episodios autoconclusivos que, normalmente, tienen además subtramas con arcos argumentales de medias temporadas o temporadas completas de duración.
¿Es necesario explicarlo a estas alturas? Seguramente, no. Pero creo que nunca está de más, sobre todo si vamos a dedicar una entrada completa a este tipo de series.
Está claro que, a lo largo de los años, las estructuras de las series han ido evolucionando y que hoy en día, sobre todo con la llegada de los canales de pago y las plataformas digitales, los procedimentales se han quedado en algo parecido a un género menor dentro de las series.
Es cierto que, como espectador, los seriéfilos hemos evolucionado con ellas, que nos atraen las nuevas fórmulas y buscamos siempre esa serie que nos sorprenda y nos dé algo nuevo de lo que hablar sin parar. Pero yo necesito los procedimentales en mi vida.
¿Una visión romántica de los procedimentales?
Puede que tenga una visión completamente romantizada de los procedimentales. Al fin y al cabo, crecí con ellos. En mi página de presentación ya os comenté que fui una niña pegada a una tele y, en los 90 y principios de los dos mil… casi todo lo que nos llegaba a España (a aquellos que no teníamos canal plus) eran este tipo de series.
Así que empecé a hacer amigos ficticios a los que veía un ratito un día a la semana y me contaban sus cosas. Eran una constante. Sabía que, pasara lo que pasase, tal día a tal hora podría verlos y que no me iban a fallar.
Es esa sensación de familiaridad la que, aún hoy, me encanta encontrar en este tipo de series. Puedo ver, unos sesenta episodios mensuales. La gran mayoría, series de largo desarrollo, series documentales o true crime. Pero necesito un espacio para hacer nuevos amigos o reencontrarme con alguno antiguo. Y eso no se negocia.
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Ally McBeal rompió todos mis esquemas, como a casi todo el mundo que la vio. Pero creo que me marcó mucho porque me flipaba la idea de que se pudieran contar ese tipo de historias en la televisión. Me encantó la idea de que fuera posible romper las reglas y no hubiera que ceñirse a la típica historia familiar o dramática a la que estábamos acostumbrados en España hasta entonces.
Mentes Criminales ha sido mi droga durante años y años. La abandoné en su temporada 12 por falta de tiempo pero la retomaré y terminaré no tardando. Tengo que despedirme de ellos.
El Ministerio del Tiempo. Un procedimental español de gran calidad que no me canso de revisionar una y otra vez. Que recomendaré sin descanso hasta que me manden a paseo y no me callaré aún así. Es pecado no haberlo visto.
Whisky Cavalier fue mi favorito de la temporada del 2018 pero lo cancelaron tras la primera temporada. Una lástima porque lo pasaba realmente bien con ellos.
Prodigal Son y Evil son mis nuevas amigas. Ya se han unido a mi historia de la televisión y, por suerte, las vamos a tener en pantalla mínimo una temporada más (si la pandemia lo permite). Un asesor de la policía hijo de un peligroso asesino en serie y un reducido grupo de expertos en exorcismos os esperan para que descubrais su mundo. No os decepcionarán. Seguro.
Hay muchas más pero… ¿a qué procedimental no estáis dispuestos a renunciar por nada del mundo?
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