La Crisis de Netflix es evidente desde hace meses. El gigante rojo está de capa caída y no solo en cuanto a contenido. Las noticias que llegan de sus oficinas cada vez son más desoladoras. Desoyen claramente a los suscriptores e intentan solucionar una evidente crisis económica y de contenido poniendo el peso de la responsabilidad sobre un suscriptor al que cada vez se le exigen más esfuerzos monetarios mientras recibe un contenido de una calidad paupérrima.
¿Qué ha provocado la crisis de netflix?
El estancamiento de las nuevas altas de suscriptores, que tarde o temprano tenía que llegar, ha sido lo que ha hecho saltar las alarmas dentro del conglomerado audiovisual, pero esto solo es la punta del iceberg.
- Contratos estratosféricos con creadores: Ryan Murphy y Shonda Rhymes son solo algunos de los creadores de renombre que firmaron contratos de exclusividad con Netflix por una cantidad de dinero parecida a la de las estrellas de fútbol. Con esta jugada, el gigante rojo pretendía atarlos a ellos y conseguir innumerables series de calidad excepcional que los hiciera posicionarse a la cabeza del mercado y con un palmarés de premios excepcionales.
- La crisis de la COVID tuvo mucho que ver con la crisis de netflix. Viendo que la gente se veía obligada a quedarse en casa, sacó toda su artillería y dejó su nevera tiritando. Era de esperar que eso, en los meses posteriores, les pasara factura. Una mala gestión de los contenidos unida a esa política absurda de hacer series como churros, les han llevado a la situación actual: han producido series sin ningún tipo de control de calidad que son un auténtico desastre y que les ha hundido el prestigio a mínimos históricos.
- Política excesivamente agresiva de cancelación: Gastar dinero a expuertas sin ningún tipo de control de calidad conlleva un rápido agotamiento de recursos económicos y la necesidad imperiosa de ingresar dinero. De ahí las cancelaciones sin piedad de series que, aunque gustan y son seguidas por un gran número de personas, no son los suficientemente rentables como para seguir con ellas. Por lo que antes que seguir gastando en ellas, prefieren apostar por novedades que tengan posibilidades de triunfar y les den las ganancias que ellos necesitan.
- El binge watching: No nos engañemos, es el invento del siglo para todo el seriéfilo que se precie. No hay mayor placer que tirarse en el sofá con una manta y unas palomitas y pegarse un maratón de una temporada completa en una sola tarde. El sueño de todo seriéfilo. Pero hay que reconocer que, estratégicamente y con la alta competencia a la que se enfrenta hoy en día, no es lo más acertado. El resto de plataformas, al estrenar sus series más potentes en formato semanal, consiguen atraer a un mayor número de personas a sus productos, pues alargan su conversación a lo largo del tiempo.
¿Qué está haciendo Netflix para enfrentarse a ella?
Por suspuesto, el gigante rojo no va a salir a entonar el mea culpa y ha preferido el camino de la huída hacia adelante. Está tomando una series de decisiones (muy) polémicas y que no tienen nada contentos a sus suscriptores.
- Suscripción más barata con publicidad: Y no sólo con publicidad, sino con publicidad invasiva. Por un precio que ronda los 5 euros han recortado privilegios y han insertado diferentes bloques de publicidad que no superan los cuatro minutos de duración a la hora. No sé para los demás, pero para mí no tiene ningún sentido.
- ¿El fin de compartir suscripciones?: Se lleva escuchando varios meses y lo están probando en algunos países de latinoamérica. Por lo que he leído no está teniendo mucho éxito pero no nos podemos fiar. Netflix quiere acabar con la cultura de compartir plataformas entre no convivientes y está estudiando poner un sobre coste para aquellas cuentas que decidan compartir cuentas con diferentes IP.
- Target cada vez más limitado: Es triste pero es así. Netlix cada vez limita más su target al público adolescente y deja fuera al resto. Es una verdadera lástima que se olvide de quién paga las suscripciones de cada hogar. Centrarte demasiado en un público que no te paga de su bolsillo es un error de base porque no son ellos quienes deciden renovar mes a mes.
Con todo esto, corre el riesgo de convertirse en una plataforma secundaria, tipo mediaset. Entretenimiento puro y duro que no aporta absolutamente nada y que, aunque consiga una fórmula que funcione muy bien durante un número determinado de años, en el momento en el que se agote, se quedará sin un plan para seguir siendo competitiva.
(Mis) posibles soluciones a la crisis de netflix
No soy economista ni nada que se le parezca. Pero desde fuera se me han ocurrido algunas ideas que no sé si funcionarían pero que me parecen un plan sin fisuras (desde mi ignorancia más absoluta).
- Menos cantidad de mayor calidad: Reducir el escandaloso número de estrenos mensuales que, además, tienen una calidad pésima, y apostar por menos producciones más cuidadas y de mayor calidad.
- Abrir el target: Con esto no me refiero a abandonar el entretenimiento ni los contenidos teen, sino a abrir el abanico y apoyar y dar continuidad a series que vayan dirigidas a un público más adulto. Así conseguirían fidelizar de nuevo a aquellos que tienen en su mano el poder de renovar la suscripción a la plataforma mes a mes.
- Aumentar el control sobre sus producciones: Está claro que dejar a sus creadores más top a su libre albedrío rara vez funciona (¿recordamos ‘Érase una vez pero ya no’ o la olvidamos definitivamente para poder sobrevivir?). Es fundamental que haya un equipo de Netflix, que conozca a sus consumidores, que les ate en corto y sepa redirigir todas esas grandes ideas que tienen y llevarlas al éxito más absoluto.
- Abandonar los contratos de exclusividad: Esto es difícil en una industria que lucha cada día por quedarse para sí sola con todo aquello que huela a dinero. Pero sería precioso comprar una serie por su calidad y no por su nombre. Aquello tan antiguo de no valorar un libro por su portada es perfectamente aplicable a esto. Todos los años la plataforma nos sorprende con varios títulos pequeños que se hacen con la conversación de la calle. Eso es lo que debería buscar y no estrenar 15 producto a la semana que no sirvan absolutamente para nada.
Este 2023 se aventura interesante en el panorama audiovisual. Ya tenemos fecha para la llegada de la ansiada Sky Showtime que promete tenernos pegados a la pantalla durante muchas horas en estas primera semanas de año.
Seguro que la crisis de netflix también tendrá capítulos muy interesantes de los que nos haremos eco y, como siempre comentaremos bien por aquí o en nuestro podcast.
Hasta entonces, nos despedimos deseándoos a todos un muy feliz y lleno de series 2023.